2O Con esas palabras, Ray Ortlund se paró frente a su congregación y les pidió que hicieran un nuevo compromiso: un compromiso con Cristo, con el Cuerpo de Cristo y con el mundo por el que Cristo murió para salvar; a las 600 personas que respondieron las llamó La Compañía de los Comprometidos. Entonces algo sucedió: una chispa prendió fuego a una brasa. En pocos años, no solo toda esta iglesia de 3.000 personas se había convertido en una Compañía de Comprometidos, sino que también lo habían hecho muchos otros cristianos, iglesias y grupos misioneros en todo el mundo. Los creyentes de todo el mundo han descubierto que "eliminar y concentrarse", reducir su enfoque a estas tres prioridades, se vuelve poderoso, emocionante y transformador. En su libro clásico, Ray y Anne te cuentan cómo el Señor puede hacer que tu vida, tu familia, tu iglesia sea un milagro